martes, 30 de noviembre de 2010

Papá Noel


No pensaba escribirte pero me entraron esas ganas locas de sacar la niña que alguna vez fui y que siempre está para algunas ocasiones. Lo mio es breve porque sé que tenes mucho trabajo, el año fue muy complicado, y no se puede pretender demasiado. Cuando pienso en vos vienen recuerdos inolvidables . Cuántas sorpresas!!! Uy, viejo!, qué lindos momentos ¡! Por eso me atrevo a escribirte online, no por el regalo en sí, eso sería lo de menos, no voy a pedir, bombones de Carrefour, muñecas ni osos de peluche, ni bici..., sino para decirte que a pesar de los años que pasaron el sentimiento jamás cambia. Las ilusiones siguen siendo las mismas, como en mi época de niña traviesa… Y el regalo? No sé... solo espero que puedas cumplir con lo más importante, que son tus niños. Así como Peter Pan nunca olvidó a Wendy quiero que vos, si a vos te digo che!!, nunca te olvides de mi..Y el regalo?!! Y el regalo?!! Ese, es el regalo que espero. "La Pepona"

jueves, 25 de noviembre de 2010

Querido....

Recuerdo las mañanas... esos caramelos de miel, el té con leche con palmeritas. Las risas, las miradas, la pasión descontrolada, era maravilloso. Cuando decidiste partir, pucha! que te alejaste demasiado. Ahora te rodea lo mejor, lo que vos querés, lo que creaste con esas ganas de ser alguien, muy lejos de mi. A veces, cuando la soledad me invade, siento esas ganas tremendas de salir corriendo y no puedo. Entonces, vienen a mi, tus caramelos de miel.

martes, 16 de noviembre de 2010

MUCHO MÁS GRAVE (BENEDETTI) Un grande!!

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo

y eso en verdad no es nada extraordinario

vos lo sabés tan objetivamente como yo.

Sin embargo hay algo que quisiera aclararte

cuando digo todas las parcelas

no me refiero sólo a esto de ahora

a esto de esperarte y aleluya encontrarte y carajo perderte,

y volverte a encontrar y ojalá nada más...

No me refiero sólo a que de pronto digas voy a llorar,

y yo con un discreto nudo en la garganta bueno llorá...

y que un lindo aguacero invisible nos ampare

y quizá por eso salga enseguida el sol.

Ni me refiero sólo a que día tras día

aumente el stock de nuestras pequeñas

y decisivas complicidades,

o que yo pueda o creerme

que puedo convertir mis reveses en victorias,

o me hagas el más tierno regalo

de tu más reciente desesperación...

No. La cosa es muchísimo más grave.

Cuando digo todas las parcelas

quiero decir que además de ese dulce cataclismo,

también estás re escribiendo mi infancia

esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes,

y los solemnes adultos las celebran.

Y vos en cambio sabés que eso no sirve.

Quiero decir que estás rearmando mi adolescencia,

ese tiempo en que fuí un viejo cargado de recelos,

y vos sabés en cambio extraer de ese páramo

mi germen de alegría y regarlo mirándolo...

Quiero decir que estás sacudiendo mi juventud

ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,

esa sombra que nadie arrimó a su sombra

y vos en cambio sabés estremecerla,

hasta que empiecen a caer las hojas secas

y quede la armazón de mi verdad sin proezas.

Quiero decir que estás abrazando mi madurez

esta mezcla de estupor y experiencia,

este extraño confín de angustia y nieve,

esta bujía que ilumina la muerte,

este precipicio de la pobre vida.

Como ves es más grave muchísimo más grave,

porque con estas palabras o con otras palabras

quiero decir que no sos tan solo la querida muchacha

que sos sino también las espléndidas o cautelosas mujeres

que quise o quiero.

Porque gracias a vos he descubierto

(dirás que ya era hora y con razón)

que el amor es una bahía linda y generosa

que se ilumina y se oscurece según venga la vida,

una bahía donde los barcos llegan y se van.

Llegan con pájaros y augurios y se van con sirenas y nubarrones.

Una bahía linda y generosa donde los barcos llegan y se van.

Pero vos, por favor no te vayas...