EL RINCÓN DE PONCE: febrero 2011

domingo, 27 de febrero de 2011

¿Dónde estará mi primavera? Mientras sigo comiendo

Domingo

Esta mañana me despertó un mensaje en mi celular: "Es un maravilloso domingo para poder disfrutarlo, levantate,carajo!!!" La verdad... yo también soy un desastre.

No me interesa el dinero, solo quiero ser maravillosa.

Entró... pero esta vez estaba sola,igual buscó con la mirada encontrar la imagen que siempre la acompañó, la necesitaba, sentía que podía llegar a verla. Por momentos, su garganta la estaba ahogando como aquel que retuerce un trapo mojado, fue lo único que impidió humedecer sus mejillas porque todo era recuerdo. Sentía los pasos de un lado a otro acompañados por ese pequeño diálogo - Mejor este! - No, a ver, vení! - Acá está listo, toma! - El salón dejó de ser lo que era para siempre, estaba muy frío... demasiado, pero igual siguió buscando algo especial, aunque la idea de abandonarlo todo era inminente e imaginaba ser tan invisible como esa figura que deseaba ver. Minutos más tarde se retiró con un libro en la mano.

Te escucho....

Jamás me llama, pero ese día lo hizo porque estaba desesperada, su marido,con cara de Poker , el de toda una vida, la estaba engañando. Que le podía decir, "Es un boludo" Si, se lo dije... "pero vos también tenes culpa". Mientras la escuchaba, recordé mi vida, je! Me había casado para toda la vida. Me disgustaba y defendía con uñas y dientes cuando alguien me decía "Nada es para siempre" y al grito le retrucaba " Voy a demostrar que no es así "woww... qué frase!!.Claro, era una piba de 21 años. No sabía de engaños... me hablaban de la luna como si fuera nuestra curiosa. Hasta que me di cuenta que a la mujer se la debe cuidar, proteger,y sobre todas las cosas respetar. Cuánto removió ese llamado!. Cuando descubrí que no tenía nada, que lo único positivo después de tantos años eran mis hijos, mandé todo a la mierda!!!. Qué audaz, pensé, y que bien me siento, pero fue para estar sola y no me arrepiento porque lo hice por amor a mi (?). Estaba terminando la conversación y entre llanto y llanto imaginé lo que venía : "Vamos a cenar los tres el sábado? Así le hablás, él a vos te escucha y aprecia". Ahí, volví: " Vos lo que querés es escuchar que alguien le diga que es un PELOTUDO, verdad? Silencio....