jueves, 25 de noviembre de 2010

Querido....

Recuerdo las mañanas... esos caramelos de miel, el té con leche con palmeritas. Las risas, las miradas, la pasión descontrolada, era maravilloso. Cuando decidiste partir, pucha! que te alejaste demasiado. Ahora te rodea lo mejor, lo que vos querés, lo que creaste con esas ganas de ser alguien, muy lejos de mi. A veces, cuando la soledad me invade, siento esas ganas tremendas de salir corriendo y no puedo. Entonces, vienen a mi, tus caramelos de miel.

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