martes, 24 de agosto de 2010



Quiero que te duermas como un sol que se acuesta en un campo de trigo. Tengo aquí en mi pecho un corazón igualito al hueco de tu ombligo. Sabes quién temblaba, cuándo ibas a nacer? Sabes qué pensé?... que por ahí no ibas a poder.
Hoy bendigo la suerte de haber decidido correr el riesgo de vivir…

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