sábado, 4 de junio de 2011

Justo hoy!!!


No tenía un buen semblante. Cuando me vio se disculpó conmigo porque necesitaba ausentarse por un rato, me preguntó si podía volver más tarde para poder atenderme ya que no iba a demorarse demasiado. "Si,claro, Minler cuando regreses, me llamás y vuelvo...". Y así salí del Spa pensando en regresar.
Minler es la dueña y siempre trata con mucha dedicación la piel de mi rostro además de ser una excelente profesional es una mujer muy graciosa, pero hoy tenía una mirada distinta que me hizo pensar que algo andaba mal.
No pasó mucho más de una hora que ya estaba acostada en la camilla, fue ahí que le dije: “Estoy hecha un desastre con el sol del verano, hace algo por favor”. Su comentario fue : “Tenes una piel de cuero increíble” Por un momento pensé: "¡Qué bueno!" Supuse que era un elogio, pero no… dejémoslo ahí.
Mientras me untaba con un ácido la cara comenzó a hablar de su problema, yo sabía que algo pasaba, hasta ahí íbamos bien todo estaba minuciosamente controlado, digo … el ácido.
¿Sabes qué pasa? Siguió diciendo “me separé y vengo de firmar una garantía para mi esposo, bueh.. mi ex, para que pueda alquilar . A mí no me gusta dejar a ninguna clienta colgada pero tenía que ir, disculpame." -Todo bien, no te preocupes. ¿ Qué le podía decir?-. Mientras sacaba el menjunje de mi rostro tomó la lupa y con los DEDITOS comenzó a triturar mi nariz mientras seguía hablando: “El muy cretino cuando terminamos de firmar me dijo : “PERFECTO!! Todo salió bien” – En ese “perfecto” sentí un pellizco que me permitió ver las estrellas sin estar en el Planetario y en un tiempo increíble - "¿Te das cuenta? 29 años juntos, encima me pregunta como si nada, si es barato 3kg de pollo a $38 porque según él , le va a rendir muchísimo ahora que va a vivir solo” "¿ A vos te parece lo que me dijo?" En ese momento sentí que no podía respirar, mientras ella seguía diciendo “¿Te parece? ” “¿Te parece?” "Te pareceee" Me parece que mi cara va desapareciendo, pensé y al grito dije Minleeeeeeeeeeeeeeer, no! No! No! No me pareceeeee !!!! Quitó sus manos de lo que quedó de mi y las dos, casi al mismo tiempo, comenzamos a reírnos tanto que nos fue imposible dejar de hacerlo por unos minutos. Lo bueno de esto, que su mirada ya no era la misma que vi cuando entré y con la sonrisa que siempre la caracterizó, me miró y terminó diciendo: “¡Pobre! Creo que caíste en un mal momento.”
Y si, pero a pesar de todo … salí divina.

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