lunes, 9 de mayo de 2011

¿Quién es la abuela Mary?


Mis recuerdos comienzan casi a los 5 años, vivíamos en Castelar, alquilábamos una casa modesta con un fondo que parecía una granja, había pavos, gallinas, canarios hasta un cerdito bebé. Ella, lo alimentaba a mamadera, qué lindo era! Cuando salía al patio a tender la ropa la seguía como un hijo hasta que un día la mano del hombre decidió encender el fuego en la parrilla y solo él se lo devoró. Siempre me despertaba un olor rico que venía de la cocina, ahí estaba desde la madrugada amasando empanadas, nada de ir a comprar discos “La Salteña” es más, no sé si se vendían en las almacenes porque en esa época era todo casero. El tema que ella las iba guardando en un canasto muy grande a medida que las cocinaba en un calentador Bram Metal, porque todos los días tenía muchos pedidos en el frigorífico donde mi padre trabajaba y yo saltaba de la cama esperando ligar una. Todo lo que decía se cumplí y siempre tenía razón “Silvia, no juegues en la mesa no ves que estoy con la plancha, te vas a quemar” ¿Cómo terminé? Con la mano vendada en pleno verano y llorando, la plancha cayó sobre mi mano.

Nos mudamos a San Antonio de Padua, qué linda casa!. En el barrio le decían la pituca, porque iba al almacen con guantes de cuero y sombrerito. La gente no sabía que para ella las cosas habían cambiado, su sacrificio al fin la premió y que seguía siendo la misma, cocinando y creando tantas cosas ricas para sus hijos. A raíz de esto ella siempre contaba que de pebeta, los muchachos del barrio la miraban cuando pasaba y las chusmas también la criticaban, si usaba una pollera con tajo, pantalones, blusas todo lo que se ponía era tema de conversación en las mujeres pero nunca les dio importancia, las ignoró. Para gozo de la gente terminó separada, la pituca volvió a la pista, sola, con dos hijos. Pasó por pruebas de fuego trabajando sin descanso para una casa digna, un buen alimento y educación para lo único que la mantenía viva. Dejó sus mejores años en el camino sin detenerse a pensar que nunca los iba a recuperar. ¿Y saben una cosa? También, en mi adolescencia, la criticaban… qué linda era !!! Moderna, cuidaba su cuerpo y todo le quedaba bien, siempre impecable y nunca perdió las ganas de estar coqueta a pesar de su cansancio.

Con el correr de los años tuvo pretendientes y se quedó, con el mejor! Bachi, aunque no la veía seguido logró conquistarla y hoy la cuida con mucho amor. Así los años fueron pasando con altibajos pero felices y hoy, ella, sigue luchando, hermosa como siempre, piensa que la vida se lo pide en todo momento y en parte creo que también en esto tiene razón. Generosidad? Le sobra, no solo con sus afectos sino con quien la necesita y va dejando amor en cada casa que visita con su paquetito que nunca falta. Hoy, la abuela Mary está llena de recuerdos cuenta a sus nietos su vocación de actriz, la obra que no pudo hacer en teatro y me deleita de vez en cuando con alguna melodía en su pequeño piano.

Este sábado vino a visitarme cargada con algo rico, como es costumbre en ella. Le hice un tratamiento de belleza con un aparato que tengo para que se vea más joven y bonita (?) y cuando se estaba yendo miró de reojo la computadora y dijo :” ¿Hija, cómo tengo que hacer para tener un feisbuk? - Sentate!! Ya, te hago uno!! . No sé si lo va a usar pero se fue tan contenta y como siempre hermosa!

¿Viste, quién es la abuela Mary? Mi madre.... una Diosa!!

1 comentario:

  1. Un relato muy tierno y emotivo,..de una enorme pureza contextual,..Muy hermoso..!!

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